Es normal que todas las personas utilicen cloro para limpiar su casa o desinfectar cualquier superficie; incluso, se utiliza para eliminar las bacterias en la alberca, pero, ¿sabías que el cloro puede dañar tu salud?
De acuerdo con un estudio publicado en Occupational & Environmental Medicine, la exposición pasiva al cloro en el hogar está vinculado a tasas más altas de enfermedades respiratorias en los niños.
¡Modera su uso!
Cuando el cloro se mezcla con agua produce ácidos que dañan el cuerpo. Incluso, es más peligroso cuando las personas respiran, tragan o derraman este producto sobre la piel.
No obstante, los siguientes efectos sobre la salud dependen de la dosis, la duración y el tipo de exposición, señala la Agencia para sustancias tóxicas y el registro de enfermedades.
Irritación
El contacto del cloro con la piel genera enrojecimiento, ardor y comezón.
Si se inhala o se acerca el cuerpo a los gases que produce, los daños se presentan en nariz, ojos y vías respiratorias.
Dolor
El contacto en exceso o ingesta de este producto causa dolor de pecho, vómitos, alteraciones en la respiración y tos.
Tos y dolor de garganta
El contacto con los gases del cloro causa tos y opresión en el pecho. Lo más recomendable es alejarte del lugar.
Problemas respiratorios
La inhalación en exceso causa problemas para respirar, sibilancias e irritación.
De acuerdo con el Departamento de Salud del estado de Nueva York, si te expusiste a gases de cloro, derramaste líquido sobre la piel o ingeriste el líquido lo mejor es que te alejes, laves la zona afectada con agua y jabón, busca atención médica.
Detalla que los efectos del cloro son tratables, y la mayoría de las personas se recuperan; pero las personas que experimentan irritación en ojos, vías respiratorias, tos o dificultad para respirar, acudan con su médico.
No olvides que el cloro es seguro si se manipula y utiliza de forma adecuada, es decir, al seguir las instrucciones de seguridad. ¡Úsalo de forma moderada, no abuses!